¿Sabes qué afecta a tu sistema inmune? Te lo contamos y te damos consejos para fortalecer tu sistema inmunológico.
El sistema inmune protege al cuerpo contra los agentes nocivos y su función es la defensa contra infecciones y enfermedades, destruyendo células patógenas. Por ello es importante aprender a fortalecer el sistema inmunológico.
Según la Fundación del Artitis, el sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus. A través de una reacción bien organizada, su cuerpo ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden. Estos cuerpos extraños se llaman antígenos.
Fortalecer el sistema inmunológico.
1. Reducir el estrés
El estrés es capaz de alterar los estados de ánimo. Esto podría afectar directamente el sistema inmunológico. ¿Cómo? Dañando la resistencia de este sistema, aumentando las probabilidades de contraer enfermedades.
Para reducir el estrés, te recomendamos:
- métodos de relajación,
- meditación,
- ejercicios de respiración,
- yoga o tai-chi
- contacto con la naturaleza siempre que te sea posible.
2. Ejercicio físico
Los beneficios del ejercicio regular inciden sobre el sistema inmunológico. Te recomendamos caminar al menos 20 minutos, cuatro o cinco días a la semana.
Cuando se realiza ejercicio sobrepasando los límites personales, se corre el riesgo de adquirir otras enfermedades y lesiones, por lo que resulta muy importante ajustar la intensidad, para no hacernos daño.
3. Dormir adecuadamente
Como sabemos, el sueño es un factor importante para mantener nuestro organismo en condiciones óptimas. Cuando no dormimos las horas necesarias, nuestro sistema inmunológico también se ve afectado. Esto se debe a que las citoquinas inflamatorias aumentan, a la vez que las células T disminuyen.
4. Nutrientes beneficiosos
Ciertos nutrientes pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.
Vitamina C
Es el nutriente más importante para el sistema inmunológico. Aumenta la producción de células que combaten las infecciones.
La vitamina C se encuentra en cítricos, pimientos, fresas, kiwis, mangos, tomates, batata, coliflor, col rizada, brócoli, y coles de Bruselas entre otros.
Vitamina E
Estimula la producción de células que matan los gérmenes, y protege el cuerpo de los contaminantes ambientales.
Se pueden encontrar fuentes de esta vitamina en gran variedad de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos.
Carotenoides
Son ricos en betacaroteno y se encuentran en alimentos como albaricoques, melocotones, sandía, maíz, nabos, col, batata, calabaza, remolacha, brócoli, espárragos y maíz.
Estas frutas y verduras contienen antioxidantes, que ayudan a reparar las células dañadas por los radicales libres.
Los alimentos ricos en betacaroteno proporcionan vitamina A y mejoran la función del sistema inmune.
Selenio y Zinc
El selenio se encuentra en atún, carne, cereales integrales y nueces del Brasil. Por su parte, el zinc se encuentra en los productos lácteos, frutos secos, mariscos, carnes rojas, frijoles y cereales integrales.
El zinc resulta muy importante porque contribuye en las reacciones que regulan la función de las células T. Los linfocitos T resultan vitales en la identificación de antígenos.
5. Suplementos
A parte de los nutrientes que adquirimos con la alimentación, en determinados casos puede ser necesario ayudarnos de suplementos que nos ayuden a fortalecer el sistema inmunitario. Algunos de ellos son:
- Equinacea: planta que estimula la formación de glóbulos blancos.
- Uña de gato: actúa como un antibiótico natural, ayudandonos a aumentar nuestras defensas.
- Jalea real: sustancia obtenida a partir de las abejas. Aumenta la proliferación de los linfocitos y, así, estimula el sistema nervioso y el sistema inmunológico.
¿Qué te parecen nuestros consejos para fortalecer el sistema inmunológico? Recuerda que se trata de consejos que pueden ayudarte si buscas fortalecer tu sistema inmune, pero que de ninguna manera sustituyen la aplicación de un tratamiento médico. Si crees que puedes tener problemas con tu sistema inmune, lo mejor es que consultes con tu médico.
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