Periodista es agredido por la PNP. Foto cortesía: Joel Alonso
Un gran número de personas se movilizan desde varias regiones del sur a la capital peruana para continuar con su protesta contra el gobierno de Dina Boluarte.
La Policía Nacional del Perú (PNP) ha establecido medidas que llevarán a cabo ante la llegada de las personas del sur peruano a Lima para la protesta contra el Gobierno de Dina Boluarte. El principal objetivo de las fuerzas policiales será la protección ciudadana y de las instituciones, para ello han asignado 9 mil 600 efectivos, informó el general PNP Víctor Zanabria, jefe de la región Lima.
Según explicó Zanabria, Lima concentra un aproximado de 50 mil efectivos en sus diferentes direcciones, mientras que en la Región Policial Lima propiamente se tienen a 21 mil agentes. Hasta hace unos días, la institución policial asignó 5 mil agentes para el mantenimiento del orden público; sin embargo, desde este miércoles 18 de enero redoblarán la cifra.
El general policial también contó que hay mucha desinformación en el contexto de las manifestaciones sociales que incluso ocasiona la tergiversación de los datos. Tal es el caso de la cantidad de personas que se han trasladado desde Andahuaylas a la capital. El jefe de la PNP explicó que primer se decía que 3 mil personas llegarían de esa región a Lima, no obstante, han llegado 123, a las cuales se podría haber sumado otro grupo de 20 que no se pudo registrar porque llegaron de manera individual.
“Tenemos agrupaciones que están llegando. Calculamos que van a ser 800, aproximadamente, y en un extremo, si es que se cumple que alguien solvente los gastos pueden llegar hasta 2 mil (manifestantes). Nosotros somos 2 600, creo que tenemos la capacidad suficiente para controlarlo y evitar cualquier tipo de desmanes”, mencionó para RPP Noticias.
PNP usará perdigones de goma estando a 35 metros de las protestas, según manuales.
Días antes de la llegada de los peruanos del sur a la capital, se ha registrado algunas manifestaciones en distintos puntos. Uno de ellos fue el parque Kennedy, en Miraflores, donde según Zanabria hubo un evidente rechazo en la población, por lo que los protestantes tuvieron que volver a la Plaza San Martín donde se evidenció algunos casos de violencia que fueron controlados.
La Policía Nacional a través de un equipo especial viene identificando a los posibles azuzadores que llaman a la revuelta y al caos público en las protestas. Según mencionó el general de la PNP “hay gente infiltrada que los mismos manifestantes refieren”. En ese sentido, contó que se ha identificado a dos sujetos quienes además tienen denuncia por violencia familiar y estafa.
Por otro lado, el jefe de la Región policial limeña atribuyó al “desconocimiento de las normal” la criticada actuación de la Policía durante las protestas. Recordó, existen normativas que regulan el uso de la fuerza de los efectivos.
“Tiene un derecho supremo que lo reglamenta (DS 012). Sobre ello se ha hecho el manual de derechos humanos que establece todos los procedimientos de intervenciones y también de operaciones más una directiva específica de mantenimiento del orden público. Estos documentos son las recomendaciones que ha hecho la Corte Interamericana de Derechos Humanos en los diferentes casos que ha tenido el Perú”, detalló.
“Si un policía es afectado con disparos de huaracas (…) Una de las observaciones de la Comisión Interamericana (de Derechos Humanos) es que la Policía ha salido a reprimir, pero todos hemos podido ver que el problema de Juliaca ha sido el ataque al aeropuerto y los casi 90 heridos que hemos tenido han sido dentro del aeropuerto”, mencionó.
Manifestantes chocan con las fuerzas de seguridad durante una protesta que exige elecciones anticipadas y la liberación del encarcelado expresidente Pedro Castillo, cerca del aeropuerto de Juliaca, en Juliaca, Perú, el 9 de enero de 2023. REUTERS/Hugo Courotto NO REVENTAS. SIN ARCHIVOS
En ese sentido, Víctor Zanabria explicó que la Policía cuenta con “varios niveles del uso de la fuerza” para aplicar en caso se generen disturbios dentro de las manifestaciones, los cuales “siempre son responsivos”. Esto significa, refirió, que “la fuerza responde a una agresión ilegítima del infractor de la ley”. Además, recordó que para las Naciones Unidas una manifestación es violenta “cuando ocurren daños a la propiedad y agresión a las personas”.
“Nosotros tenemos niveles preventivos ante una marcha, pero cuando pasa al nivel de agresión, utilizamos los medios de policía como los chorros de agua, material lacrimógeno, bombas de estruendo y la escopeta con postas de goma. Si hubiera una agresión letal tenemos un equipo de armas especiales (…) Cuando hay riesgo para la vida procedemos a utilizar la fuerza potencialmente letal”, puntualizó.