ENTREVISTA AL ING. AUGUSTO CORNEJO Y BARREDA, PRESIDENTE DE ANPESA.
El Ing. Augusto Cornejo y Barreda, presidente de la Asociación de Pensionistas del Sector Agrario – ANPESA, realiza denuncia pública por abusos en contra de los pensionistas y jubilados del sector agrario y demás sectores.
En medio de una sentida entrevista realizada por Noticias Sky Net en su programa Contextos Digitales X con Carlos Cavassa; el Ing. Augusto Cornejo y Barreda, presidente de ANPESA, denunció que el Estado se ha vuelto insensible con ellos, cometen abusos, no cumplen las leyes usando maniobras para no reconocerles sus derechos y pareciera que hubiera alguna intervención política que no les permiten vivir dignamente al no dejar que se beneficien de los derechos que les corresponden según ley.
Indica que entre sus asociados se encuentran ancianos indigentes que no tienen ni para comer, en una situación que no debe tener ninguna persona que ha trabajado muchos años en el sector público (aproximadamente 30 años), refiere que cuando el pensionista muere, el Estado solo le da setenta soles para una corona de flores, sin embargo no cubren los gastos de sepelio digno no suntuoso que está entre ocho mil a quince mil soles.
El presidente de ANPESA nos comentó que muchos ancianos están desprotegidos, no tienen para comer y aunque no lo crean muchos se mueren de hambre o por la pandemia y en estado de abandono.
Manifiesta que durante 20 años se encuentran luchando por sus derechos laborales y pensionarios, considerando que son personas de la tercera edad y que durante los procesos judiciales han fallecido alrededor de novecientas personas.
Actualmente integran ANPESA de dos mil veinte a dos mil treinta asociados entre pensionistas y jubilados, pero debido a la coyuntura pandémica que afecta en su mayoría a personas ancianas, la cantidad de asociados ha disminuido debido a que van falleciendo rápidamente.
Los asociados de ANPESA, los pensionistas y jubilados de todos los sectores y sus familiares, solicitan ayuda a las autoridades de Gobierno, tanto al Ejecutivo como al Legislativo para que no sigan cometiendo abusos contra ellos y puedan hacer efectivo el pago de la deuda social sin tener que pasar por tanto «martirio» para vivir una vida digna, por ser de justicia.
