CryptoPunk refiere a piezas digitales de pixel art, que funcionan como NFTs en la red de Ethereum

Obras digitales o NFTs muy simples y en 8 bits, vendidas por miles de dólares en internet. ¿De qué se trata?

Un gran ícono cultural de una época. Tal vez ésa podría ser una de las tantas definiciones del criptoarte (una categoría bajo la tecnología de blockchain). Allí, encontramos a los NFTs (token no fungibles), la nueva versión digital de las obras de arte, sellos o productos al que los usuarios le dan un valor. Representan activos digitales y permiten desarrollar contratos inteligentes, que protegen su propiedad intelectual, y además perpetúan su autenticidad.

En este sentido, hay diferentes proyectos en internet que ha tenido mucho hype (refiere a las expectativas o emociones exageradas ante una novedad, por ejemplo). Por ejemplo, el cryptopunk, que es furor en la comunidad de Ethereum. Se trata de piezas coleccionables de criptoarte, que están representadas como NFTs (para estar dentro de la red de Ether, es recomendable usar MetaMask, una extensión o plugin para navegadores web que permite interactuar con los sistemas o DApps de la blockchain).

En total existen 10.000 pequeños punks dentro de la comunidad CryptoPunk, con estilo 8 bits, todos con características únicas. Han inspirado a muchos criptoartistas y es un movimiento en sí. Ha crecido fuertemente en 2021, después de que algunas piezas fueran vendidas por muchos miles de dólares. Esta semana Visa anunció que compró el CryptoPunk 7610por 49,5 ETH, alrededor de USD150.000.

Los cryptopunks o piezas de pixel artexisten desde 2017, por Larva Labs. ¿A qué se debe todo este hype en 2021? “La primera gran fiebre por crypto coleccionables se dio de la mano de Cryptokitties, (un juego de compra/venta y cría de gatitos digitales) donde se llegó a vender uno de estos NFTs por 600 ETH. Pero el hype de ese momento no era tan popular porque crypto en general tampoco lo era. Después vino ´Gods Unchained´, un juego de cartas tipo ´Magic´ donde también hubo una venta muy grosa, después Decentraland y ahora llegamos a este momento”, señala a Infobae Juan Ruocco, escritor, cripto entusiasta y autor de los libros “Autopista al espacio” y “Treinta y dos veinte”.

A diferencia de Bitcoin, Ethereum tiene un referente, su creador es el joven programador Vitalik Buterin

En este sentido, señala que para entender o explicar el momento que atraviesa el criptoarte, es importante pensar en algunas variables. “Por un lado, está el crecimiento de mercado de criptomonedas, producto del ´bull market´ que estamos viviendo, con todas las cripto rompiendo récords de cotización día a día. Por otro lado, está la posibilidad que brindan los NFTs de hacer redituable el arte digital de forma nativaPor primera vez el arte digital tiene una forma de monetizarse en el medio en el que es creado, sin necesidad de transformarse en un objeto tangible”, señala.

En tercer lugar, Ruocco habla del crecimiento del marketing de comunidades e influencers. “Hoy por hoy es mucho más fácil ´hypear´ que antes, y mucho más si venís de una industria que está en auge y tiene guita para tirar al techo como es el caso de cripto. Creo que hoy esa posibilidad de crear interés por un bien intangible/coleccionable es mucho más fácil que hace unos años, producto de la casi normalización del marketing de influenciadores y la facilidad de crear comunidad a partir de herramientas como Discord”, dice.

Algo importante a destacar es que los movimientos grandes de dinero en materia de NFTs se estarían dando siempre dentro de las mismas comunidades. “Creo que todos los movimientos grandes (como los que pagan 500/5000 ETH) atrás de un coleccionable como un cryptopunk, son de whales, que en la jerga crypto son usuarios con cantidades irrisorias de crypto en su poder, producto de haber entrado rápido a comprar y/o minar determinado token”, finaliza.

Rocas de Ether

Un NFT de una Ether Rock, una de las tendencias en el mundo del criptoarte

Esta semana, un anónimo pagó 400 ETH (más de USD 1.3 millones) por un diseño digital o NFT de una roca. Es un dibujo que nace de una serie de rocas en diferentes versiones con diferentes tonos (¿inspiración del pop art de Andy Warhol?). También es criptoarte.

Las rocas de Ether pertenecen a un proyecto denominado EtherRock, nacido en 2017. Ha sido uno de los primeros proyectos de tipo NFT coleccionables criptográficos en la cadena de bloques Ethereum, lanzado poco después de los CryptoPunks. Estas rocas virtuales se pueden encontrar en una plataforma, y no tienen un propósito, solo van cambiando su valor y pueden ser vendidas.

La práctica de coleccionar es muy antigua, tan antigua como la propia civilización. Entonces, hace sentido que en la era de la digitalización, los coleccionables se hayan trasladado al mundo virtual. Particularmente, las comunidades de criptomonedas y las de NFTs crean un sentido de pertenencia muy fuerte y, gracias a esto, proyectos como CryptoPunks, Ether Rock o Pudgy Penguins cobran tanta relevancia y las piezas son tan codiciadas”, reflexiona Fiorella Scantamburlo, impulsora de la comunidad Mujeres en Cripto en Latinoamérica y CMO en Defiant Wallet.

Así, los NFTs atraen hoy a nuevas comunidades a la red de Ethereum. “Se crean grupos, donde se habla de arte, moda, música, libros, criptografía, memes y cultura. Los NFTs abren puertas para atraer a más personas a esta tecnología, personas que quizás estaban muy lejos de Ethereum y de cripto en general. Es algo que está sucediendo: internet, la blockchain y las comunidades ofrecen un espacio que para muchos se siente ´como en casa´”, finaliza.

Julieta Schulkin / Infobae

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